domingo, 20 de noviembre de 2016

El águila

Desde toda la vida el símbolo del águila es un símbolo muy extendido, ya que se trata de un animal simbólico. Relacionado con el sol y con el cielo. También con el rayo y con el trueno. Su vuelo y su resistencia siempre ha tendido hacia el cielo, y estas dos fases o particularidades han sido características decisivas de su simbolismo.
En diversas culturas indias se contrapone al águila que se supone emparentada con el sol y el cielo el jaguar. Sus plumas se convirtieron en objeto de culto como símbolo de los rayos del sol.
El águila esta considerada como el Rey de las Aves. Y fue ya desde la antigüedad símbolo de Reyes y dioses. En la antigüedad greco-romana era el acompañante y símbolo de Zeus (Júpiter).
Debido a que cuando inicia su vuelo mira directamente al sol como nos dice Aristoteles era considerada también como símbolo de la contemplación y del conocimiento espiritual.


En la Biblia se encuentra el águila como representación de la omnipotencia divina y también como la fuerza de la fe.
En la Edad Media por sus legendarias características era el Ave Fénix, siendo el símbolo de la resurrección y del bautismo, así como en ocasiones de Cristo. Por su vuelo y su ascensión al cielo.
Los místicos la consideraban como símbolo de la Oración ya que esta se elevaba como el águila hacia el cielo, es decir hacia Dios.
En la Iglesia se consideraba al Águila como Símbolo de San Juan Evangelista.
El águila estaba relacionada de manera indirecta con los 7 Pecados Capitales, representando a la “Soberbia”. Pero sin embargo estaba también relacionada con la Justicia en las 4 virtudes cardinales.
En continuidad con el Imperio Romano, el águila fue el símbolo del Reich Aleman. Actualmente se conserva en el emblema de Alemania, y también esta presente como símbolo de “Soberania” en los escudos de numerosas naciones.
C.G. Jung ve en el águila un símbolo que representa al “Padre”. Asociándolo como símbolo protector, como también de jefe e instructor.
 

lunes, 14 de noviembre de 2016

VERDADERO

Estoy llorando, encerrado en la mazmorra de mi nombre. Día tras día, levanto, sin descanso, este muro a mi alrededor; y a medida que sube al cielo, se me esconde mi ser verdadero en la sombra oscura.
Este hermoso muro es mi orgullo, y lo enluzco con cal y arena, no vaya a quedar el más leve resquicio. Y con tanto y tanto cuidado, pierdo de vista mi verdadero ser.
Rabindranath Tagore